En la era de las series hay personajes a los que se les deja entrar en tu salón y ya no salen de tu cerebro. Algunos de los mejores personajes femeninos luego se repiten en otras series, pero ya no es lo mismo. La primera vez que te asomas al mundo de Jessica Jones, Kalinda Sharma (The good wife), Sarah Linden (The killing), Sloan Sabbith ( The Newsroom) o a Saga Norén (Bron) tus pupilas y tu cerebro se dilatan porque no habías visto nada igual. Ellas, mujeres únicas y que no se parecen a nadie, te enganchan y cuando se termina el último capítulo tienes una sensación de pérdida que, ya se ha convertido en síndrome y tiene nombre: anhedonia. En el fondo se puede aplicar a otras cosas, pero es la incapacidad temporal para experimentar placer por desaparecer tu fuente de placer, en este caso, la serie con la que estábamos conectados. No voy a entrar en hablar de la calidad de las fuentes del placer del siglo XXI porque a lo mejor me entra otro síndrome. Pero tengo un poco de anhedonia porque ayer terminé el último episodio de Bron, de la indescriptible Saga Norén, policía de Malmo.
Estos personajes nos seducen y no enganchan. Son mujeres fascinantes y fuera del mundo, sin miedo, perseverantes, preparadas para todo y en muchos casos de una incapacidad social abrumadora. Son personajes de serie. Por eso, me imagino y siempre me llama la atención, no llevan bolso. Ellas no son de este mundo. Todas tienen su caracterización y rasgos distintivos como el jersey con pelotillas y la coleta de la pelirroja Sarah Linden, el peinado de Kalinda y sus botas, el abrigo verde y lo pantalones de cuero de Saga, los vaqueros y la chupa de Jessica Jones …. Mujeres con mayúsculas, pero no humanas. Y no llevan bolso, ¿por qué? Supongo que las haría parecer mundanas, cercanas y normales. ¿Y qué necesitaría llevar cualquiera de ellas en el bolso? Si con un arma y el móvil ellas ya se apañan. Cualquier otra cosa que pudieran llevar las haría vulnerables. ¿Cómo va a necesitar Kalinda o Saga Norén unos kleenex, cubreojeras, paraguas o una barrita energética? Pero ellas son ELLAS y nosotras somos de otra división, de las que llevamos kleenex. Y gafas de sol. Y un neceser que va creciendo y del que sobresale el cepillo de dientes. ¿Y quién no lleva ibuprofeno? (Por cierto, han sacado Espidifen sabor coca-cola, no es un fake…) Pues si, nosotras salimos de casa temprano y volvemos de noche. Nuestra jornada requiere mucho tiempo fuera de casa y claro, ya de paso me llevo el libro electrónico, los auriculares y la batería para los 2 móviles….. Y lo confieso, una agenda porque me produce un placer morboso tachar listas….
Así que en iri no podíamos mirar a otro lado, nuestras carteras de mano son muy chic y muy estilosas, pero la vida real requiere llevar muchas cosas. Así que hemos lanzado ADA, un nuevo bolso que evoca el diseño del maletín que llevaban los médicos, un bolso armado y muy práctico. ADA está hecho como todos los iri de manera artesana con una mezcla de piel de becerro suave y flexible mezclada con unos tejidos que nos enamoran. Un bolso en el que cuidamos cada detalle para que tu “normal” vida diaria sea más fácil. Un bolso funcional con una cadena ligera con tira de piel en el hombro, que se convertirá en la nota de color en el sobrio guardarropa de invierno.
Y nos encantan las mujeres de serie, pero nos inspiran también las mujeres como Ada Lovelace, a la que hemos querido rendir nuestro humilde homenaje bautizando al nuevo iri con su nombre. Ada era una matemática y escritora británica de mediados del s.XIX que ha pasado a la historia como la primera creadora del lenguaje de programación. Una mujer excepcional e hija de Lord Byron, que dedicó su vida a procesar fórmulas matemáticas expresadas con símbolos. Y entre esta mujer y las de las series estamos las demás, a las que también dedicamos con todo nuestro cariño nuestro bolso ADA.
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